viernes, diciembre 11, 2009

Egresé: Entrando a la selva del secundario

Ok, voy a extenderme. Al lector que le guste el estilo clásico de este blag, con posts pequeños, insulsos y un video cada tanto, podría no llegar a gustarle. No me importa.

Entré al colegio Tulio García Fernandez, creo que era febrero del 2004, por primera vez vestido con un jean crudo, una camisa blanca de solapas semianchas (creo que hasta formalita) peinado todo para atras, con zapatillas New Ballance azul claro.

Todo un dandy.

Venía de un lugar donde yo era el REY de la selva. Todo se hacía y se deshacía a mi antójo. Sin desmerecer a mis former fellas from Amaicha del Valle y Saint Mary del Valle de Catamarca, porque la verdad no solo se re portaron durante ese año, sino que me mostraron una realidad completamente alterna a la que uno conoce y siente a diario: gente de buen corazón, no importa lo que suceda; gente inocente, bueno, no tanto; gente de las cuales todavía rescato nombres, caras, gestos, palabras y momentos. El Tiki, Chicho, Facundo, Mariana "La Aplanadora Calchaquí" Arias, Nerína (L, etc. Todos ustedes estan todavía en mis memorias.

Retomando, entré al cursillo. Me acuerdo que prestaba mucha atención, y me hice amigo de dos seres humanos de los que me distanciaría tangencialmente 2 años más adelante, en 9no. (Ahrre tg 90 = infinito) Se llamaban Javier Escaño y Maximiliano Chain.

El cursillo duraba 3 semanas, y yo ya conocía a un coche adentro, Antonio Longo, ser humano al que actualmente no le doy mucha bola tampoco. Como habrá dicho Xiro en su momento: "La gente despúes de los 16 se deforma leviatánicamente.".

Salí del cursillo, me acuerdo que el último día nos juntamos con mi mejor amigo, Facundo (no el de arriba, otro, pero mejor ahrre), y fuimos a la peluquería. Me hice un corte american army, como era mi costumbre, y de ahi fuimos a comer algo no sé a donde.

Llegado el primer día de clases, me acerqué y me saludaron varias personas, otros me miraban medio raro desde lejos. Imaginate, yo era el nuevo y ya me hacía el ancho. Se me acercó una profesora, Moni, a quien tuve como docen... como encargada del aula, desde 7mo hasta 8vo, durante los modulos de Lengua. Y me dijo: "Hola, vos tenes cara de nuevo, te presento, este es Maxi, el chamullero del curso, es un chanta...vos como te llamas?" -
- Mi nombre es Leandro Ostera, ¿como se llama usted?
- "Ay no me digas asi, me llamo Moni, soy profe de lengua."
- Un gusto, Mónica. Maxi, Leandro. Un gusto.
- Un gusto. (sh algo así fue)

Acto, no sé que mierda. Yo era un soldadito, tenía infinito ganas de entrar en el Liceo Militar pero ahora es mixto, no es cama adentro y otras mierdas de que te hechan si embarazas a alguna trola o algo así bue.

Entramos al curso, la primera profesora que entro se llamaba, bue, JAMAS supe como se llamaba pero le decían YAYI. Una jorobada oriunda de la Sevilla de la decada del 20, la odié toda mi vida. Si la veo le saco la lengua. Y me senté, primera columna, primera fila, primer asiento, al lado de un sujeto de apellido Clemente (quien años más tarde resultó clamar por penes pero que en ese momento parecía normalíto). Y pasaron las semanas y los profesores no se acordaban de quien era yo, las clásicas "presentaciónes", donde la mía tenia lugar de la siguiente forma:

- "Hola, yo soy Leandro Ostera, vengo de Amaicha del Valle, donde cursé 6to grado en el Colegio Vallisto en Santa María del Valle de Catamarca." - (moviendo las manitos como si dibujara un mapíta o algo).

De ahí, infinitos (bue, 2) apodos: Amaicha, Pacha, ah...¡y todavía hay gente que me dice Pacha, que me dice Amaicha!

En fin, no habrá pasado medio año que yo ya tenía varios llamados de atención, me sentaba al final, en el ultimo banco de la ultima fila de la ultima colúmna, que jugaba a las cartas en clase, que no hacía las tareas y que mis mejores amigos eran sujetos que hoy por hoy estan recursando algun curso de EGB en un terciario acelerado.

Me da la re paja seguír escribiendo ahora, sobre todo porque se que el lector interesado tambien se va a pajear leyendo ahre asi que le ponemos fin a este texto, a este período, así.

Ese año me llevé Matematica a diciembre. Aprobé. No me acuerdo si me fuí de vacaciones. Estaba flaquiiiito porque recien volvía de los valles, pero progresivamente engordé otra vez...soy de esos que tienden a tener panza.

Fin de la transmisión.